En el comercio internacional, uno de los pasos más críticos —y a menudo subestimados— es la clasificación arancelaria de las mercancías. Asignar una fracción correcta dentro del Sistema Armonizado (HS) no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que también evita costos innecesarios, retrasos en aduana y sanciones. En Hound Express, entendemos que una mala clasificación puede representar un riesgo operativo y financiero importante. Por eso, acompañamos a nuestros clientes para que cada producto llegue a su destino de forma segura y sin contratiempos.
Aunque parezca una tarea exclusiva de agentes aduanales, nosotros promovemos que nuestros clientes comprendan los fundamentos de la clasificación arancelaria. Esto les permite tomar decisiones más informadas, especialmente cuando se trata de nuevos productos, mercados o regulaciones.

1. Clasificar con base en el uso común, no en la composición real
Uno de los errores más recurrentes es clasificar productos de acuerdo con su uso comercial o nombre común, sin revisar a fondo sus materiales o función principal. Por ejemplo, un empresario podría clasificar un “juguete educativo” simplemente como juguete, sin considerar que su función principal podría hacerlo encajar en otra fracción, como material didáctico electrónico.
💡Cómo evitarlo:
Consulta la estructura y notas explicativas del Sistema Armonizado. Estas herramientas proporcionan una descripción técnica y jerárquica que te orientará para identificar la fracción correcta, basada en características objetivas del producto, no solo en su nombre.
2. Omitir el desglose de componentes
Otro error es no tomar en cuenta todos los materiales o componentes de un producto. En productos compuestos (como electrodomésticos con múltiples funciones o artículos textiles con mezclas de materiales), esto puede llevar a clasificaciones erróneas.
💡Cómo evitarlo:
Realiza un análisis completo de la composición del producto y aplica la Regla General Interpretativa 3, que indica cómo clasificar mercancías compuestas o mezcladas. En casos complejos, el criterio suele ser el “componente que le da la característica esencial”.
3. Copiar fracciones de otros importadores o de internet
Muchos importadores cometen el error de copiar fracciones arancelarias de otros casos similares, sin validar si realmente aplican a su producto. Este método es riesgoso, ya que un pequeño cambio en la composición, función o presentación del producto puede modificar completamente su clasificación.
💡Cómo evitarlo:
Siempre verifica la información con bases oficiales como el TIGIE (México), consulta a un clasificador certificado o a un agente aduanal, y guarda evidencia del análisis de clasificación (fichas técnicas, catálogos, muestras).
4. Ignorar las notas legales y subpartidas específicas
El sistema armonizado incluye notas legales a nivel de capítulo y partida que restringen o aclaran el uso de ciertas fracciones. Ignorar estas notas puede llevar a clasificaciones genéricas o incorrectas.
💡Cómo evitarlo:
Antes de definir la fracción final, lee cuidadosamente las notas legales del capítulo correspondiente. Estas notas pueden excluir ciertos productos que en apariencia caben en esa categoría, o redirigirlo hacia otra más adecuada.
5. No considerar el país de origen o el tipo de operación comercial
Algunas fracciones están sujetas a tratamientos arancelarios preferenciales según el país de origen del producto (por ejemplo, si proviene de un país con tratado de libre comercio). Otras veces, ciertas mercancías requieren cumplir con regulaciones no arancelarias como NOMs, permisos o etiquetado.
💡Cómo evitarlo:
Incluye en tus análisis variables como el país de procedencia, tipo de operación (importación temporal, definitiva, reexpedición) y si aplican regulaciones o restricciones no arancelarias. Esto no cambiará la fracción en sí, pero sí el trato fiscal o documental que debe recibir tu producto.
6. No actualizar fracciones conforme a cambios normativos
La Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (TIGIE) se actualiza periódicamente. Una fracción válida hoy podría desaparecer, cambiar de número o tener nuevas regulaciones en unos meses.
💡Cómo evitarlo:
Consulta regularmente las publicaciones del Diario Oficial de la Federación (DOF) o boletines de comercio exterior para asegurarte de que estás usando una fracción vigente. Si utilizas software de comercio exterior, asegúrate de que esté actualizado.
Consecuencias de una clasificación incorrecta
Los errores en la clasificación no son simplemente técnicos; pueden tener consecuencias graves para tu operación. Algunas de ellas incluyen:
- Multas y sanciones por parte del SAT y la aduana.
- Pago de aranceles más altos o pérdida de beneficios arancelarios.
- Retención o decomiso de mercancías.
- Daño a la reputación de la empresa ante autoridades aduaneras.
Por eso, más allá de cumplir con la ley, clasificar correctamente protege tu negocio y tu rentabilidad.
Recomendaciones finales
Para evitar errores en la clasificación arancelaria de tus productos, considera estas buenas prácticas:
- Capacita a tu equipo en temas básicos de clasificación y comercio exterior.
- Trabaja de la mano con un agente aduanal o clasificador especializado.
- Guarda evidencia documental del análisis de clasificación de cada producto.
- Evita atajos como copiar fracciones de internet o usar “la que siempre hemos usado”.
Clasificar correctamente no es solo una formalidad: es una decisión estratégica. Con el respaldo de Hound Express, puedes estar seguro de que tus productos cruzarán fronteras sin complicaciones. Nuestro equipo está listo para apoyarte en cada paso del proceso, desde el análisis técnico hasta la actualización normativa. Evita sorpresas desagradables y asegura el éxito de tu operación internacional desde la base: una clasificación arancelaria bien hecha.

¿Listo para llevar tu operación al siguiente nivel?
Si tu empresa está lista para dar ese paso, en Hound Express tenemos la experiencia, la tecnología y la infraestructura para acompañarte.
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